martes, julio 11, 2006

XXVII

El buen caminante no deja huella.
El buen orador no necesita ofender.
El buen calculador no necesita ábaco.
Quien sabe cerrar no precisa candado ni llaves,
y sin embargo, nadie puede abrir lo que él cierra.
Quien sabe atar no necesita cuerdas ni nudos,
y sin embargo, nadie podrá desatar lo que él unió.
 
El Sabio siempre halla el modo de ayudar a todos,
sin rechazar a nadie por motivo alguno.
Siempre sabe como utilizar bien las cosas,
por eso no existen cosas inútiles para él.
 
Esto es brillar con luz propia.
Así el hombre Sabio es el maestro del hombre inferior,
y el hombre inferior es la materia del hombre Sabio.
 
Quien no ame a su maestro,
ni ame a la meteria con la que trabaja,
siempre será un tonto, por mucho que sepa.
 
Este es el gran secreto.
 
    LAO TSE - TAO TE KING